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Fueron momentos que se vivió Mi
potro estaba comprometido
Fueron momentos que se vivió
del
feo encuentro que ya pasó, y
relinchaba muy asustado,
cuando
un jinete venía veloz sentí
gran miedo y fue motivo
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Llegando
al rancho conté la historia Al
día siguiente cargando el rifle
y
contestaron: Siempre se ha dado, monté
en mi ruano y salí apurado,
sin
mucho mérito y menos gloria volví
a buscarlo, no era posible
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Llegado
al sitio no encontré huellas, Volví
al rancho y até el caballo,
el
bosque estaba mas bien calmado, averiguar
era lo indicado,
la
tarde fresca, tranquila y bella, miré
a un peón enlazando a un bayo
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Otros
dijeron: Que me sentara, Iba
bajando a la cañada…
que
no era cuento de oír parado, Sentí a la espalda un
restallido,
habló
el peón: Una madrugada… voltee en la grupa y no
viendo nada,
Me salí al campo, y no tomado. seguí,
saliéndome hacia al bajío.9 10
Crucé
despacio, había niebla, Detuve el paso. Mi potro ahí mismo
allá
en lo alto lo divisé, sobre los cuartos de atrás
se alzó,
un
personaje con capa negra rodé
en el suelo y por el abismo
me
estaba viendo y reaccioné. mi
noble bestia al fondo cayó.
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Pasó
el jinete sobre un muleto Muchos
hablaron de una leyenda
bien
enjalmado que relinchaba, cuando conté lo que aquí he
narrado,
el
personaje era un esqueleto y me
enteré que el jinete encierra
vestido de negro y se carcajeaba. un
gran misterio por un pasado.
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Fue
un bandolero, un desgraciado, Todos oíamos la leyenda,
violó
mujeres por todos lados, yo estaba lívido, aterrado,
robó
, mató, era un ser malvado, noté a mi ruano que haló
las riendas,
y general de un conflicto armado. lo volteé a ver, y lo vi
asustado.
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Recordé
un dicho que esto encierra: Allá
en la guerra de los mil días
Que
el animal es más enterado fue un general que sirvió
al estado,
de
los espantos, y es que la tierra decía
el cuentista: Y tiene escondida
guarda residuos de lo pasado. una
fortuna que había robado.
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Al
que le ayude él se la entrega Lleva de luto su ropa
entera,
para
poder ir al otro lado, ruana
y sombrero de alas voladas,
porque
penando está en la tierra éste
le cubre la calavera
por desalmado, el condenado. y lo
terrible de su mirada.
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Sus
ojos brillan como cocuyos Escapulario
en las manos lleva
y hace
un látigo restallar, de la Santísima Virgen del
Carmen,
sacando
chispas, y hacen lo suyo el
que lo logre zafar aprueba
las
herraduras del animal. y su
tesoro ha de entregarle.
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Que
sea persona caritativa, Seguía
el peón con esta leyenda
y
así al infierno podrá él entrar, cuando
escuchamos un restallar,
para
poder con esta acogida, todos
miramos y fue tremenda
salir de pena y no asustar más. la
aparición de ése infernal.
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Cruzó
el muleto por nuestro lado, Todos quedamos
petrificados,
mi
ruano ahí mismo rompió el dogal, después del susto, al
reaccionar:
sólo
el relincho y el galopado Monté en el bayo ahí
enlazado,
se oía de aquél nervioso animal. partiendo
aprisa de aquél lugar.
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