A la
playa fue a bañarse el negro Abrió los ojos, tamaño
huevos,
cuando
otro negro pasó y lo vio, el que
bañaba y le respondió:
le dijo:
Raza, ya no hay remerio, ¡No ves
tarao que soy entero
queraste
negro po el fuerte sol. dueño de este preciao coló!.
3 4
Pasó una
prieta con su batea Llevo chancaca, dijo la
negra,
y el
chontaduro ahí ofreció, la
pepepán y el borojó,
los dos
dejaron ya la pelea el
chontaruro, y plata en tierra
y le
brindaron toda atención. también
un cuento les cuento yo.
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En estas
tierras a los muertitos En
barbacoa luce sentao,
los
enterramos chupando ron, con
canto y va la generación,
con
bailaita y tabaquito pero
hasta aquí les dejo el hablao
vamos llevándolo hasta el panteón. sino me
pagan continuación.
7 8
Mientras
comían los chontaduros El
Guando es una vieja creencia,
le
pidieron la narración, siguió
la prieta, riendo la acción,
de
pronto un grito se oyó bien duro, que se aparece y a su
presencia
y fue que un negro un dedo se mordió. cuatro le sirven de cargaor.
9
El
guando es hecho de pura guadua
y en día
de Santo hace aparición,
en de
difuntos también se cuadra
por
toras partes de la región.
¡Meta el
hombro compañero!.
10 11
Le van
gritando duro a la gente Un negro
al otro pegó un codazo
y entre
lamento se ha de escuchá: y una
semilla le hizo expulsar,
Almas en
pena que desaparecen de un
chontaduro que iba de paso
sembrando
espanto po el lugá. porque
de miedo la iba a tragar.
12 13
Dijo la
prieta: Este difunto Cuando
trasteaba pá el cementerio
que se
aparece al reedor, con
varia gente que lo asistió,
es de un
avaro que no fue justo iba en
el Guando, y ahí el misterio
y nunca a entierros colaboró. porque
del puente al río cayó.
14 15
Y no
encontraron ni el esqueleto Con su batea se fue de prisa
pos la
corriente se lo llevó. y no
cobró ni lo que ofreció,
Sintió
la prieta algo indiscreto los dos
morenos morían de risa
y gritó:
¡Papaya no vendo, no!. y el sol
les trajo alucinación.
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Una
barbacoa venía a lo lejos, De los dos negros se comprobó
cargada
por cuatro, por el playón, por las pisadas que lejos
fueron,
iban
diciendo entre los rezos: el
muerto de ahí se paró y se rió,
“Si mete
el hombro hará un favor”. y los otros cuatro también
se rieron.
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Porque
esa broma la hacían
a los
turistas en la región,
y
aquella prieta se divertía
colaborando con su actuación.
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