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Estaba el
cuentista, con entusiasmo, "A filo de hacha le cercenaron
alborotando a
la concurrencia. su hermosa pierna, por sus pecados.
Y ahí en el
parque se iba formando Y en una hoguera de tusa echaron
de gente un
círculo de sorpresa. su bello cuerpo, ya mutilado.
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Decía:
"¡Su pierna era pata de res, "Esto contaban por los poblados,
saltando
aprisa por los caminos! por las veredas, en las cantinas:
Su fea figura
dejaba ver Que la mujer se había transformado
lo horripilante
de su destino. ¡en una bestia horrible y cochina!"
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"Una
preciosa dicen que fue. La gente aprisa se aglomeraba,
Mujer muy
llena de desatinos. y los pequeños... ¡ni qué les digo!
No escatimaba
ningún placer, Que si tenían la oreja parada,
y fue la causa
de su castigo. ¡también tenían brotado el ombligo!
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Y continuando
la chacharada, "La seguí al bosque... y ella adelante.
dijo el
cuentista: "¡Pasó conmigo! Su risa había desaparecido.
Mi penco
brioso se encabritaba... Y de repente... noté al instante
aquella
tarde... en ese camino. la prevención que dan los sentidos.
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"Una
preciosa mujer de talle "La vi tornarse en un ser monstruoso.
y con vestido
blanco de lino... Un olor fétido se le había unido.
en un recodo
sentí su afable Con una pata me daba acoso.
invitación
para lo divino. No tenía otra... ¡y sudé muy frío!
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"Mi penco
no respondía al freno: "Yo las espuelas clavé en mi penco:
en sus dos
patas se levantaba... Sentía su angustia en el resoplido.
y en un
segundo sentí lo bueno Del noble bruto sentí el intento
de la azotada
en la corcobeada. de estar de allí desaparecido.
"Y la
apodaron la Patasola. Era un pequeño que así gritaba,
Su caminar lo
hacía invertido. mirando fijo por el camino.
O mejor dicho,
donde es la cola La gente toda aterrorizada
el casco lleva
en ese sentido. salía corriendo sin un destino.
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"Resuelvan
pues este pasatiempo, Pasado el susto... se regresaron.
(decía el cuentista)
¿o será acertijo? Y aquél muchacho, muy divertido,
Lo que sí es
cierto es que con el tiempo dijo: "Es la pata que allá va, sola,
logró la fama
que aquí se dijo." porque sus patos se le han perdido".
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Todos estaban
muy asustados: Vieron la pata, sola y muy triste.
¡hacía calor y
sentían frío! Y no celebrando lo sucedido,
Cuando
escucharon por algún lado: partieron todos, ¡y no de chiste!,
"¡La pata sola... y va para el río!" tras el mocoso... que ya había huido.
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